5 años es un curso especial, pero también es un curso de despedida, de final de un ciclo y de una etapa.
Toca ahí pararse a pensar cómo hemos llegado hasta este momento, cómo entramos y cómo nos vamos.
En homenaje a las familias decidimos trabajar con los tres grupos de clase un cuento precioso titulado "El abrigo de Pupa", un cuento especial para mí porque me regaló una amiga y por todo el significado que tiene y que se puede trabajar en el aula: los miedos, esos miedos que te esconden y paralizan en la vida.
Leer el cuento en el aula ayudó a plantear las preguntas claves:
¿A qué le teníamos miedo con tres años? Poder recordar esos primeros días, donde Jordi entraba llorando, o Naray tenía miedo a un niño de clase porque a veces pegaba, recordar cuando salíamos corriendo en cuanto veíamos venir a la mamá de lo mucho que la habíamos echado de menos, o cómo nos asustaban los monstruos, los fantasmas o los lobos... fue un momento de recuerdo, de quiénes éramos cuando entramos y qué nos ha construido cómo grupo y cómo identidad personal: nuestros miedos y el superarlos.
Y es que no sólo miramos qué nos daba miedo, o incluso qué nos da miedo ahora que pasamos a primero y todo dicen que cambia, sino el pensar también cómo superar los miedos o sobretodo cómo aprender a volar, y sus respuestas me enseñaron que desde pequeños ya sabemos cómo volver a levantarnos, porque podemos volar como superhéroes, pero también creyendo en nosotros/as, tranquilizándonos, saltando, imaginando que volamos, construyendo alas...
Este es nuestro cuento con el que trabajamos, realizado por las maestras, pero contando con la colaboración de todo el alumnado, cada uno desde una función concreta:
Toca ahí pararse a pensar cómo hemos llegado hasta este momento, cómo entramos y cómo nos vamos.
En homenaje a las familias decidimos trabajar con los tres grupos de clase un cuento precioso titulado "El abrigo de Pupa", un cuento especial para mí porque me regaló una amiga y por todo el significado que tiene y que se puede trabajar en el aula: los miedos, esos miedos que te esconden y paralizan en la vida.
Leer el cuento en el aula ayudó a plantear las preguntas claves:
¿A qué le teníamos miedo con tres años? Poder recordar esos primeros días, donde Jordi entraba llorando, o Naray tenía miedo a un niño de clase porque a veces pegaba, recordar cuando salíamos corriendo en cuanto veíamos venir a la mamá de lo mucho que la habíamos echado de menos, o cómo nos asustaban los monstruos, los fantasmas o los lobos... fue un momento de recuerdo, de quiénes éramos cuando entramos y qué nos ha construido cómo grupo y cómo identidad personal: nuestros miedos y el superarlos.
Y es que no sólo miramos qué nos daba miedo, o incluso qué nos da miedo ahora que pasamos a primero y todo dicen que cambia, sino el pensar también cómo superar los miedos o sobretodo cómo aprender a volar, y sus respuestas me enseñaron que desde pequeños ya sabemos cómo volver a levantarnos, porque podemos volar como superhéroes, pero también creyendo en nosotros/as, tranquilizándonos, saltando, imaginando que volamos, construyendo alas...
Este es nuestro cuento con el que trabajamos, realizado por las maestras, pero contando con la colaboración de todo el alumnado, cada uno desde una función concreta:
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